“Vemos tres riesgos importantes para nuestra ‘llamada de recesión’. Uno es que tarde más en manifestarse tanto en Estados Unidos como en México, y que la recesión sea más profunda de lo que esperamos”, destacó BofA Securities en un reporte.
Ante este escenario, según los pronósticos del banco, se prevé una contracción de 0.5 por ciento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, así como una de 0.4 por ciento para el de Estados Unidos.
Si bien la relocalización de empresas extranjeras en México, fenómeno conocido como “nearshoring”, ayudará principalmente al sector manufacturero, la desaceleración estadounidense afectará de manera especial al comercio y el flujo de remesas.
“Sí, muy probablemente (México entrará en recesión). Esperamos que tanto las exportaciones como las remesas se desaceleren en 2023, empujando a la débil economía de México a una recesión”, puntualizó BofA Securities.
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