En el último año, el estado registró la mayor variación de precios de insumos para construcción en la historia.
La subida de precios de materiales de la construcción contrajo en casi un 28% las obras de remodelación y ampliación de viviendas, las cuales representan el 64% de los ingresos de las pequeñas y medianas empresas dedicadas a dicho sector en Quintana Roo.
De acuerdo al Censo Nacional de Ingeniería de Costos (CEICO) de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en el último año se registró la mayor variación de precios de los insumos para la construcción en la historia de Quintana Roo:
– El cemento aumentó un 19.6% su precio
– El acero hasta un 83.7%
– El hormigón un 23.30%
– Las pinturas un 14%
– El pegazulejo un 17%
Los bloques de concreto un 22%
– El combustible y la electricidad.
El presidente de la delegación local del organismo, Jesús del Carmen Abud Saldívar, confirmó que la escalada de precios contrajo los contratos para ampliar y remodelar residenciales y comercios, provocando a su vez que las empresas constructoras facturen en el 2022 un 18% menos que en el 2021.
Clientes postergan obras tras aumento de precios
Incluso personas que ya habían cotizado obras en sus viviendas decidieron postergarlo por tiempo indefinido, esperando que los precios se estabilicen.
Esto incluso ha traído problemas con los clientes, pues debido a que la inflación se incrementa de manera mensual las constructoras han tenido que realizar ajustes al precio de la obra.
“Lo más común es que en la ampliación de un segundo piso, por ejemplo, los clientes adquieran los materiales poco a poco, conforme los vamos necesitando. El problema es que marzo tenían un precio, pero para mayo ya aumentó su costo. Tratamos de explicárselo al usuario pero su molestia es entendible”, señala Lucio Barrios Cornelio, empresario constructor del sur.
Mencionó que hasta ahora no se han dado indicios de que baje el precio de los insumos, sino que incluso seguirá escalando.
Por esta razón algunos han intentado comprar los materiales para tener un stock y protegerse de la inflación de los costos, pero para esto necesitan de suficiente efectivo espacio de almacenamiento, algo de lo cual carece el 60% de las empresas constructoras de la entidad.