China negó el jueves que desde ese país se trafique ilegalmente fentanilo hacia México y aseguró que las autoridades mexicanas no han notificado sobre incautaciones de la droga sintética provenientes del gigante asiático.
Así respondió la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, al ser consultada sobre la solicitud de apoyo que hizo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a su par chino, Xi Jinping, a través de una misiva para controlar los envíos de fentanilo desde China.
“No existe el tráfico ilegal de fentanilo entre China y México”, afirmó Mao al ser preguntada sobre la petición de López Obrador y agregó que el gigante asiático “no ha recibido ninguna notificación de México sobre la incautación de precursores del fentanilo”.
Durante una conferencia de prensa Mao dijo que el gobierno chino ha mantenido una “postura firme” de control de las drogas, incluido en fentanilo, y que los problemas que enfrenta Estados Unidos con el opioide sintético se originan en ese país. “Los Estados Unidos deben enfrentar sus propios problemas, tomar medidas más sustanciales para fortalecer la supervisión interna y reducir la demanda”, agregó.
López Obrador dio a conocer el martes una carta que dirigió a Xi para pedirle que por razones humanitarias ayude en el control de los envíos de fentanilo desde China hacia México, así como información sobre quiénes realizan las importaciones y los puertos de salida y destino. No quedó claro si Xi había recibido la carta o si la respondió.
El presidente mexicano aprovechó la misiva para reiterar las críticas contra algunos congresistas republicanos, a los que señaló de realizar “groseros amagos” contra México y sostuvo que por el país latinoamericano sólo pasa el 30% de la droga que consumen los estadounidenses, pero “de manera falaz e irresponsable, algunos legisladores de Estados Unidos han culpado a México de la desgracia que vive su país”.
En las últimas semanas han surgido fricciones entre México y Estados Unidos luego del secuestro y asesinato en marzo de dos estadounidenses en la localidad fronteriza de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, y la petición que hicieron congresistas republicanos de que deberían considerarse a los cárteles de droga mexicanos como organizaciones terroristas.