Se fue el de la polémica. El exárbitro mexicano, Joaquín Urrea falleció a los 80 años de edad. En sus años como silbante dejó una huella imborrable dentro del futbol nacional y será recordado a lo largo de la historia por no señalar un penal en favor de Pumas en la Final de la temporada 1984-85 beneficiando al América que terminó siendo el campeón.

Se jugaba el tercer partido que definiría al campeón entre América y Pumas en juego disputado en el estadio La Corregidora de Querétaro, escenario en el cual Alfredo Tena metió una mano clara dentro del área que tuvo que haber sido sancionada como falta desde el manchón penal, pero Urrea no lo vio y dejó correr la jugada.

Años más tarde admitió en varias ocasiones que se equivocó y que la falta la pudo confirmar hasta la repetición al día siguiente. Inclusive, en años recientes cuando se innovó en el futbol mexicano con la tecnología al instalar las cabinas de VAR en los estadios de la Liga, el propio Urrea reconoció que de haber existido esta ayuda en su tiempo como silbante profesional, ese campeonato hubiera quedado del lado universitario, ya que en la repetición hubiera confirmado la mano y pena máxima.

Joaquín Urrea fue árbitro mundialista en la Copa del Mundo que se celebró en nuestro país en 1986 y para muchos él fue el responsable en explotar la gran rivalidad entre Águilas y Universitarios razón por la cual se le recuerda también como ‘El Padre de la Rivalidad’.

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