Las exigencias pedidas por Jos, padre de Max Verstappen —quien actualmente lidera el campeonato de la Fórmula 1— han rebasado los límites. Sobre todo, cuando el actual monarca de la máxima categoría del automovilismo mundial era menor de edad.
En una ocasión y después de perder una carrera, Jos decidió dejar a Max en una gasolinera. Ocurrió después de que, en un evento, Max fuera rebasado por un piloto de Nueva Zelanda. Tras ver esa acción, Max, desesperado, aceleró e impactó al contrincante y los dos quedaron fuera.
Jos no soportó la derrota y ordenó a su hijo levantar los restos del vehículo. De regreso a casa, Max intentó explicarle a su padre cómo se había dado el accidente, pero Jos decidió dejarlo en una gasolinera y regresar sin él.
Afortunadamente, Sophie Kumpen, madre de Max y quien también estuvo en la carrera, bajó del auto y lo regresó, ante la desaprobación del mismo Jos.
Esos deseos de ganar fueron transmitidas por Jos a su hijo, lo que podría explicar la obsesión que tiene Verstappen de ganar todas las carreras que disputa con la escudería Red Bull.
Recientemente, en la carrera de Arabia Saudita, no obedeció a los ingenieros que le pedían que bajara su ritmo en la recta final de la competencia y aceleró en busca de hacer el giro más rápido que le permitiera ser el primer lugar del campeonato y desplazar, a la segunda posición, a su compañero Sergio “Checo” Pérez.
La desaprobación por lo hecho por “Checo”, quien ganó la competencia, se vio reflejado en el rostro de Jos, quien no lo felicitó a pesar de que el piloto mexicano pasó a su lado.
Max Verstappen es considerado uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1, pero sus actitudes han causado molestia, incluso, entre su grupo de trabajo.
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