El gobierno de México no puede comprar maíz amarillo porque no quiere alimentos genéticamente modificados, dijo este miércoles el presidente, en medio de un debate sobre el uso del grano transgénico que podría afectar su comercio con Estados Unidos.
El gobierno de México no puede comprar maíz amarillo porque no quiere alimentos genéticamente modificados, dijo este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador, en medio de un debate sobre el uso del grano transgénico que podría afectar el comercio del cereal con Estados Unidos.
El gobierno mexicano busca eliminar gradualmente el maíz transgénico y el herbicida glifosato para 2024, para lo que busca elevar la producción del cereal, en una carrera cuesta arriba para sustituir decenas de millones de toneladas de maíz amarillo genéticamente modificado que importa cada año desde Estados Unidos.
López Obrador explicó que en una visita a Estados Unidos “se hicieron acuerdos” y se pidió al gobierno mexicano comprar maíz amarillo, a lo que se negó. El mandatario no dio detalles de quién habría hecho la solicitud a su administración, ni de montos solicitados para comprar, ni dio una fecha precisa de cuándo habría ocurrido la petición.
Hay un mercado, que se siga sosteniendo, pero el Gobierno no puede hacer una compra de maíz amarillo porque no queremos los transgénicos”, señaló.
“Ese maíz es básicamente forrajero. No queremos que se consuma por las personas”, subrayó el presidente en su conferencia de prensa matutina. “Somos un país libre, soberano y no por vender el maíz amarillo nos van a enfermar y vamos a hacer a un lado nuestros maíces nativos”, agregó.
La Secretaría de Agricultura declinó comentar sobre lo dicho por López Obrador. Ni la oficina de la presidencia del país latinoamericano ni el Departamento de Agricultura de Estados Unidos respondieron de inmediato a solicitudes para ampliar y clarificar lo dicho por el mandatario.
Al igual que la mayoría de las naciones, la inmensa mayoría de las compras de maíz son realizadas por empresas privadas, entre las que se encuentran grandes comerciantes de materias primas como Cargill y Bunge.
México importa unos 17 millones de toneladas de maíz estadounidense al año y va camino de importar aún más este año, según expertos.
Grupos agrícolas de Estados Unidos han pedido públicamente a su gobierno que impugne en el marco del T-MEC, la decisión de México de vetar el maíz transgénico, advirtiendo de un posible daño económico de miles de millones de dólares para ambos países.
Los futuros del maíz de la Bolsa de Chicago cayeron el miércoles por la mañana tras la noticia, con el contrato de referencia de diciembre bajando 6 centavos el bushel a un mínimo de dos meses de 6.61-1/2 dólares el bushel.
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