El siniestro del lunes puso fin a una racha de casi 12 años sin accidentes graves de aviación en China.
Los equipos de rescate hallaron la segunda caja negra del avión de China Eastern que se estrelló el lunes en el sur del país con 132 personas a bordo, informó este domingo (27.03.2022) la agencia de noticias Xinhua.
La caja negra encontrada hoy, que registra información técnica como la velocidad, la altitud y la situación del motor del avión antes de estrellarse, podría esclarecer las causas por las que el aeroplano, un Boeing 737-800 que volaba entre las ciudades de Kunming (suroeste) y Cantón (sureste), se precipitó a tierra en la región de Guangxi a las 14.38 hora local (06.38 GMT) del lunes causando la muerte de todas las personas que iban a bordo, anunciaron anoche las autoridades.
El pasado miércoles, se localizó la caja negra que registra las voces en la cabina de mando, que fue enviada a Pekín para su inspección por especialistas.
Tras el hallazgo de la primera caja negra, el jefe de seguridad de la Administración de Aviación Civil de China (CACC), Zhu Tao, declaró: “Una inspección inicial muestra que el exterior del receptor está gravemente dañado. La unidad de memoria también sufrió algunos daños, pero permaneció intacta”.
Zhu advirtió que la descarga y el análisis de los datos registrados en la primera caja negra encontrada “llevaría tiempo”.
Pese a que el viernes un medio chino vinculado a la CACC informó del hallazgo de la segunda caja negra, la noticia fue desmentida pocas horas después.
El aeroplano, que según algunos testigos se precipitó “en picado” contra el terreno, descendió casi 8.000 metros en menos de tres minutos, según el portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24, por razones todavía desconocidas.
Piezas de avión
El avión, que acumulaba casi siete años de servicio, había pasado todas las revisiones que establece la normativa y su estado técnico era “estable y normal” durante el despegue, según declaraciones de un representante de China Eastern citadas estos días por la prensa local.
Las autoridades de la región de Guangxi, tras estudiar 41 muestras tomadas en la zona, no encontraron resto alguno de componentes de explosivos, recoge Xinhua.
Los equipos de rescate han cubierto un área de más de 40.000 metros cuadrados, en la que han encontrado restos humanos y partes del avión entre las que se encuentra uno de sus motores.
La CACC informó anoche de que se han confirmado las identidades de 120 tripulantes gracias a pruebas de ADN de muestras recogidas en la zona.
La violencia del impacto ha dificultado las tareas de búsqueda, durante las cuales se encontraron piezas del avión hasta a 10 kilómetros del lugar del siniestro, según medios locales.
El escarpado terreno en el que cayó el avión y las lluvias registradas durante esta semana también han entorpecido el trabajo de los rescatistas, que tuvieron que hacer frente al peligro de deslizamientos de tierra por las precipitaciones.
El siniestro del lunes puso fin a una racha de casi 12 años sin accidentes graves de aviación en el país asiático, cuyas autoridades anunciaron una investigación que se prolongará durante dos semanas “para garantizar la seguridad absoluta” en las operaciones del sector.
Los comentarios están cerrados.