Los Gobiernos de 10 países se reunieron en México y emitieron una declaración conjunta este domingo en la que esbozan un plan de múltiples puntos que aborda las causas profundas del aumento de la migración irregular en la región a través de la responsabilidad compartida y la cooperación entre los países de origen, tránsito y destino.
La reunión, de un día de duración, tuvo lugar en el sureño estado mexicano de Chiapas e incluyó delegaciones de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, México, Panamá y Venezuela, según la declaración conjunta.
“Las principales causas estructurales de la migración son políticas, económicas, sociales y los efectos negativos del cambio climático”, señala la declaración conjunta.
Algunos de los compromisos conjuntos incluían abordar las causas estructurales de la migración en la región fomentando el empleo, la educación, la seguridad energética, la recuperación del sector agrícola, la soberanía alimentaria y combatiendo el crimen transnacional, la corrupción y el tráfico de personas.
Aunque Estados Unidos no asistió a la reunión, el papel que desempeña la política estadounidense en los factores de atracción y expulsión de la migración fue, al parecer, uno de los puntos de debate.
Según la declaración conjunta, las naciones piden a “los países de destino que adopten políticas y prácticas de inmigración acordes con la realidad actual de nuestra región” y que abandonen las políticas que “producen arbitrariamente tanto factores de atracción como efectos disuasorios, como la regularización de determinadas nacionalidades”, reza la declaración conjunta.
La declaración podría referirse a las vías legales que la Administración Biden inició el año pasado para los venezolanos y amplió a principios de este año para las personas procedentes de Nicaragua, Haití y Cuba. Hasta finales de septiembre de 2023, más de 240.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos obtuvieron la libertad condicional y han llegado legalmente a Estados Unidos, según los últimos datos disponibles de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras estadounidense.
Los países también acordaron solicitar a los países de destino —posiblemente Estados Unidos— que “amplíen las rutas migratorias regulares, ordenadas y seguras” y “promuevan la reintegración y el retorno de los trabajadores temporales”, según la declaración conjunta.
También hubo consenso entre las naciones asistentes para apoyar a Haití a normalizar su seguridad, política, economía y sociedad. La capital de Haití, Puerto Príncipe, está controlada en gran medida por bandas famosas por sus secuestros y asesinatos, según informó anteriormente CNN. Y este mes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución por la que se autoriza la presencia de una fuerza multinacional en Haití.
Los Gobiernos de los países asistentes también hicieron un llamamiento al diálogo bilateral entre EE.UU. y Cuba, según la declaración conjunta.
Se espera que el diálogo sobre migración entre los países asistentes continúe, con México y Colombia proponiendo otra reunión de alto nivel sobre migración durante el primer trimestre de 2024, según la declaración conjunta. No se anunció una fecha concreta para dicha reunión.