Dos activistas medioambientales mancharon con pintura roja un cuadro del pintor francés Claude Monet en el Museo Nacional de Estocolmo para protestar por la situación ambiental causada por la pérdida de humedales en Suecia.

El movimiento climático Restaurar Humedales, Aterstall Vatmarker en sueco, informó en su perfil de Twitter que dos de sus activistas, tras manchar con pintura roja el cuadro, se pegaron al cristal que protegía la pintura en cuestión, llamada El jardín del artista en Giverny.

“Quieren llamar la atención sobre el hecho de que la crisis climática también es una crisis sanitaria, y que las enfermedades relacionadas con el calor se están convirtiendo en un problema cada vez mayor”, explicó la portavoz del movimiento, Roxy Farhat, según recogió la cadena de televisión pública sueca SVT.

Farhat indicó además que el cuadro está “intacto” y que las dos activistas medioambientales, una enfermera y una estudiante de enfermería, fueron detenidas por la Policía sueca, informó el diario sueco ‘Dagens Nyheter’.

Por su parte, un portavoz del Museo Nacional, Per Hedstrom, sostuvo que “el patrimonio cultural tiene un gran valor simbólico y es inaceptable atacarlo o destruirlo, independientemente del propósito”. El cuadro de Monet está siendo examinado por los conservadores para ver si ha sufrido daños.

Estas acciones se suman a las protestas que se han llevado a cabo en diversos museos, donde activistas también han lanzado distintos objetos a obras de arte, incluidas de Monet, Van Gogh, Goya e incluso un esqueleto de dinosaurio.

En un llamado a tomar acción por el cambio climático, los colectivos y activistas por el medio ambiente han optado por protestar a través del arte, pero de una forma disruptiva.

En noviembre del año pasado, miembros del grupo Última Generación rociaron con líquido negro un cuadro del pintor Gustav Klimt en el Museo Leopold de Viena, mientras que el 27 de octubre tres activistas climáticos del grupo Just Stop Oil pegaron su cabeza al cuadro ‘La joven de la perla’ de Johannes Vermeer.

A estos se suma el pastel de chocolate que fue arrojado a la cara de la figura de cera del rey Carlos III que se encuentra en Madame Tussauds, el museo de cera más conocido en el mundo y la sopa que fue vertida sobre ‘Los Girasoles’ de Vicent Van Gogh, en la Galería Nacional de Londres en el Reino Unido.

En mayo de 2022, otro hombre lanzó un pastel contra La Gioconda, el cuadro mejor conocido como La Mona Lisa, en el museo Louvre, en París, con el fin de que instar a las personas a que ‘piensen en la Tierra’.

Incluso las obras de Andy Warhol han sido el blanco de estas protestas anteriormente. En noviembre, manifestantes climáticos del colectivo Stop Fossil Fuel Subsidies garabatearon sobre las latas de sopa Campbell en la Galería Nacional de Australia, mientras que a los pocos días activistas por el medio ambiente lanzaron varios kilos de harina sobre un automóvil deportivo pintado por el artista pop estadounidense en una exposición de arte de Milán, en Italia.

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