PARÍS.- Después de Lille, Marsella y Burdeos, el Gobierno francés se prepara para un endurecimiento de las restricciones sanitarias en varios territorios ante el repunte de la pandemia de la COVID-19, mientras que los franceses muestran su escepticismo sobre su estrategia.
El ministro de Sanidad francés Olivier Véran detallará este jueves en una rueda de prensa la política para frenar el contagio.
En concreto, Véran deberá enumerar los territorios en los que las cifras de infección van en aumento y que podrían ser objeto de nuevas restricciones sanitarias. Entre las metrópolis en el punto de mira podría estar la ciudad de Lyon, la tercera en número de habitantes del país.
Las restricciones más estrictas se anunciaron el pasado lunes en Marsella y Burdeos, ante el creciente número de contagios que estaba empezando a ejercer presión en los servicios de salud regionales.
En Burdeos, el máximo responsable del Gobierno de la región anunció la prohibición de las reuniones de más de 10 personas en parques públicos, a lo largo del concurrido río de la ciudad y en las playas. También prohibió las ferias y las fiestas de barrio.
En Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia después de París, el gobierno regional anunció una serie de restricciones similares y la cancelación de un festival internacional de 11 días.
Además, se prohibieron las fiestas de estudiantes y se suspendieron los viajes escolares. Los espectáculos y otros eventos en salones públicos, en carpas y arenas deportivas se limitaron a 1.000 personas, que deben estar sentadas y separadas.
Francia está registrando un aumento del número de casos y de hospitalizaciones. El lunes se registraron casi 8.000 nuevos casos y en los últimos siete días 2.713 pacientes fueron hospitalizados y 479 admitidos en cuidados intensivos.
El Gobierno no solo debe responder a este repunte sino también superar la creciente desconfianza de la población. Casi uno de cada dos franceses piensa que el Ejecutivo “no toma suficientes precauciones” y el 62% “no confía” en él para combatir la epidemia, 6 puntos más que a finales de agosto, según una encuesta de Elabe para la televisión francesa BFMTV.
Entre los puntos criticados está la aplicación Stopcovid que, según admitió Attal, “no ha encontrado su público”, con menos de 3 millones de descargas. Priorizar la realización de pruebas para los que utilizan la aplicación “no está en la agenda”, añadió.
Para acelerar la detección de los casos, el Gobierno acaba de autorizar pruebas rápidas RT-PCR.
Peligra la vuelta a las clases
El comienzo del año escolar y universitario sigue siendo de alto riesgo. Un total de 81 escuelas y cerca de 2.100 clases han vuelto a cerrar desde el comienzo del año escolar. Pero esto representa sólo “el 0,13% de las 60.000 escuelas del país”, dijo el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer.
El Estado francés mantendrá sus poderes excepcionales para restringir las reuniones y los viajes, ya que el Consejo de Ministros aprobó la semana pasada un proyecto de ley que prorroga estas autorizaciones por seis meses, hasta abril de 2021.
Esta medida permitió anunciar el lunes las medidas más restrictivas en Marsella y Burdeos.
Pero el Gobierno quiere hacer todo lo posible para evitar un nuevo confinamiento y un nuevo parón en la vida económica.
En su determinación por demostrar que es necesario aprender a “vivir con el virus”, Emmanuel Macron ha querido respetar la tradición de seguir una etapa del Tour de Francia, asistiendo la semana pasada a la final de la 17ª etapa que finaliza en el Col de la Loze, sobre la estación de Méribel (Saboya).
Mientras tanto, el descontrol de la pandemia de COVID-19 aboca a Madrid a imponer confinamientos parciales y restricciones de movilidad. La comunidad autónoma se ha convertido en la zona cero de la epidemia en Europa, con una incidencia de 618 casos por cada cien mil habitantes. La atención primaria ya está desbordada y la presión sobre los hospitales aumenta.
Todavía no se conoce el alcance de las medidas que preparan las autoridades madrileñas, pero barrios como Puente de Vallecas, Usera, Carabanchel o Villaverde podrían quedar confinados, al igual que localidades como Parla o Fuenlabrada. Y no se descartan otras limitaciones de movilidad y de horarios de apertura de los comercios.
“Como se cierre este barrio se paraliza Madrid. Quién va a cocinar, quién va a limpiar en otros distritos”, se pregunta una vecina de uno de los barrios amenazados por la medida.
Cuantas más medidas se tomen (mejor) -opina un señor-, pero la responsable es la gente, son las personas, no los Gobiernos.
Francia ronda los 10.000 contagios en un día y preocupa la situación en las residencias de ancianos
Francia vive también pendiente del repunte de casos. Este miércoles rozó los 10.000 contagios confirmados en un solo día.
La epidemia, que encontró este verano su filón en la población más joven, ya ha llegado a las residencias de ancianos, donde se contabilizan un centenar de focos activos y se platean el reconfinamiento.
Boris Johnson culpa de la escasez de test de COVID al “aumento colosal” de la demanda
En el Reino Unido sigue creciendo la polémica por la escasez de test. El sistema está desbordado. Los laboratorios son incapaces de responder a la demanda de personas con síntomas, incluso en sectores clave como educación o sanidad.
El primer ministro, Boris Johnson, se defendió este miércoles en el Parlamento.
“Todo el mundo puede ver en los últimos días un aumento colosal en el número de personas que quieren hacerse pruebas. Y lo que estamos tratando de hacer ahora es satisfacer esa demanda a una velocidad récord”, aseguró.
Se encienden las señales de alarma en la República Checa
La República Checa también está alcanzando las cifras más altas de contagios desde el inicio de la crisis sanitaria. El Gobierno planea prohibir todos los eventos en lugares cerrados para tratar de limitar la transmisión. Alemania, Bélgica, Suiza y Eslovaquia desaconsejan a sus ciudadanos viajar a este país.
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