Las autoridades sanitarias reportan la sexta ola de contagios, con más de 30.000 nuevos casos. Los expertos temen la aparición de nuevas variantes debido a la rápida propagación del virus en China
Las alarmas sobre una nueva ola de covid que llegan de China también inquietan en México aunque las autoridades sanitarias afirmen que, por el momento, no hay razones para preocuparse ante una situación que tiene en guardia a científicos de medio mundo. El país norteamericano atraviesa por la sexta ola de contagios, con más de 38.000 casos activos, según el reporte emitido el miércoles por la Secretaría de Salud, y los epidemiólogos e investigadores locales consideran necesario reforzar la vacunación entre la población más vulnerable, recomendar el uso de cubrebocas y exigir pruebas PCR negativas a quienes ingresen a México provenientes del gigante asiático, una decisión controvertida para las autoridades, pero que los científicos consideran una medida habitual de salud pública, porque reduce las incertidumbres.
“La situación de China debe preocupar, y de hecho preocupa en todo el mundo, porque representa un enorme riesgo”, dice Andreu Comas, profesor del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. “El principal riesgo de este brote en China es la generación de nuevas variantes. Antes de este brote creíamos que el principal lugar para la proliferación de nuevas variantes podía ser África, pero las consecuencias de desescalar muy rápido tras políticas de control muy rígidas ha generado esta situación en China”, explica Comas.
Desde que las autoridades chinas relajaron su política de propagación cero de la enfermedad, el país ha sufrido un tsunami de contagios que amenaza con poner en jaque su sistema sanitario. En una nación donde la información sobre la covid se maneja con secretismo —y ese secretismo es impuesto de forma férrea— no es claro cuál es el número exacto de contagios, aunque el fin de semana funcionarios de la provincia de Zhejiang, donde viven 65 millones de personas, anunciaron que los casos diarios superaban el millón. “Más del 75% de los pacientes se encuentra en estado grave, es un desafío sin precedentes”, ha dicho a medios internacionales Zhu Huadong, director del Departamento de Emergencias de Peking Union Medical College Hospital. El Gobierno chino ha reportado oficialmente solo 12 fallecidos.
“Es hora de tener en México una estrategia inteligente”, dice el investigador Comas. Y con inteligente menciona medidas que para el Gobierno mexicano han sido controvertidas, como exigir pruebas PCR negativas a quienes ingresen provenientes de China, así como imponer a estas personas un aislamiento de al menos cinco días. México, dice Comas, ha sido considerado un “paraíso covid”, es decir, un país que ha tenido medidas muy laxas para los viajeros, lo que permitió que en plena pandemia muchas personas se refugiaran en sus ciudades huyendo de las duras cuarentenas impuestas en Estados Unidos o Europa. Aunque el Gobierno de México decretó en marzo de 2020 una emergencia sanitaria, al mismo tiempo se hundió en un mar de contradicciones. El presidente Andrés Manuel López Obrador apeló a la responsabilidad ciudadana para evitar los contagios, exhortó a las empresas a tomar sus propias medidas, pero no hubo una política férrea de cuarentena, de cierre total de negocios, por temor a un impacto negativo en la economía. Hubo, sin embargo, medidas desconcertantes, como prohibir la fabricación de cerveza.
Los expertos afirman que las autoridades deben dar un paso más que apelar a la solidaridad colectiva. Además de exigir las pruebas PCR a las personas que viajan de China, se debe de establecer una campaña para el uso de cubrebocas en espacios cerrados o en aquellos lugares donde hay más posibilidades de contagios, como el transporte público, centros de compras, conciertos o eventos públicos. También recomiendan reforzar la vacunación entre población vulnerable y niños menores de cinco años y aumentar la vigilancia para detectar nuevas variantes.
Las autoridades sanitarias se han mostrado hasta ahora relajadas frente al brote en China y la situación de la pandemia en México. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, admitió días atrás que México registra “ocho semanas de incremento en el número de contagios” y dijo que “aunque esta tendencia es más lenta que lo que han presentado otros periodos a lo largo de esta pandemia, es importante estar atentos de su crecimiento”. López-Gatell informó de que “afortunadamente se ha mantenido muy consistente esta situación en donde aumentan los casos, pero las hospitalizaciones aumentan a un ritmo mucho menor”. Las estadísticas oficiales muestran que los contagios se concentran principalmente en Ciudad de México, la enorme urbe de más de 20 millones de personas, seguida de Quintana Roo, Baja California, Sonora, Yucatán y Aguascalientes. El funcionario aplaudió los altos porcentajes de vacunación y anunció una nueva compra de vacunas, por un monto de 30.000 millones de pesos.
Los científicos, sin embargo, piden no relajar las medidas de prevención. “Deben tomarse todas las precauciones”, afirma el infectólogo Samuel Ponce de León, que ha colaborado con la Organización Mundial de la Salud en el combate a la influenza y ha coordinado la Comisión de Respuesta a la epidemia de covid-19 de la UNAM. Ponce de León explica que México tiene una ventaja importante frente a China: aquí la gente ha estado más expuesta al virus y sus variantes, además de que la campaña de vacunación fue exitosa, porque se estima que al menos el 80% de la población mayor de edad se ha vacunado. “La población de China es casi virgen frente a la covid”, dice el científico, que teme que el aumento tan rápido de los contagios pueda generar nuevas variantes que “puedan ser más complicadas”.
“Estamos en medio de la sexta ola de contagios, más o menos intensa, con demanda creciente de atención médica, pero no esperamos que se produzca una situación como la que ya experimentamos. No hay motivo para que población se alarme”, dice el infectólogo. Con todo, él también recomienda a las autoridades que hagan “un llamado estricto” para que tomen medidas de precaución como el lavado constante de manos, el uso de cubreboca, la implementación de la sana distancia y la vacunación.
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