🔸 Con 1.7 millones de asistentes y 30 shows en un año, el recinto supera a gigantes de Europa y Estados Unidos
#ESPECTÁCULOS | La Ciudad de México no solo conquista con su cultura y gastronomía: también rompe récords a nivel mundial en entretenimiento en vivo. De acuerdo con el último ranking de la revista especializada Billboard, el Estadio GNP Seguros fue reconocido como el mejor estadio de conciertos del planeta, encabezando la categoría Top Stadiums gracias a sus 30 shows y más de 1.7 millones de asistentes en el último año.
Este reconocimiento posiciona al recinto por encima de íconos internacionales como el Marvel Stadium en Australia, el Allegiant Stadium en Las Vegas o el legendario Estadio do Morumbi en São Paulo, donde Coldplay rompió récords de audiencia.
La distinción no solo habla del GNP Seguros, sino del momento dorado que vive la industria del entretenimiento en México. La infraestructura de alto nivel, la entrega del público nacional y la profesionalización de todos los involucrados —desde ingenieros, técnicos, creativos y artistas hasta promotores— hacen del país una parada obligada en las giras más ambiciosas del mundo.
“Este es el resultado del esfuerzo de miles de profesionales que han logrado convertir al país en sinónimo de calidad y operatividad internacional”, señalaron fuentes de OCESA, organizadora de muchos de los espectáculos.
Renovado con una inversión superior a los 2,000 millones de pesos, el recinto cuenta con:
Capacidad para 65,000 personas
Audio e iluminación de última generación
Zonas VIP con tecnología de primer mundo
Accesos y salidas fluidas
Alta seguridad y conectividad
La combinación entre infraestructura moderna y pasión del público ha sido clave para conquistar a artistas de talla mundial como Bad Bunny, RBD, The Weeknd, Luis Miguel, Taylor Swift y más.
Aunque hay estadios de mayor capacidad como el Wembley Stadium (90,000) o el MetLife Stadium (80,000), el GNP Seguros ha logrado destacarse por su constancia, calidad y número de eventos anuales. La industria mexicana del espectáculo en vivo vive una época de oro y es un emblema global.