Trabajadores de Houston, Texas, laboraron ayer a marchas forzadas para limpiar y restablecer el suministro eléctrico a miles de personas tras las tormentas que tiraron torres de transmisión y dejaron al menos siete muertos, en momentos en los que empieza a sentirse el calor, con temperaturas que rondarán 32.2 grados Celsius este fin de semana.

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