La Selección Nacional de México derrotó 1-0 a Panamá, en el juego por el tercer lugar de la Liga de las Naciones de Concacaf en Las Vegas, en un partido en el que el Tricolor fue castigado por su afición, porque se concretó una pobre entrada en el Allergiant Stadium.
Si bien México salió con la victoria en este encuentro, el equipo de Diego Cocca sigue siendo una escuadra sin idea, con poca creación de jugadas de peligro y, de no ser porque los canaleros fallaron en ataque y porque el VAR les anuló dos goles, el resultado hubiera sido otro.
La única anotación del encuentro fue de Jesús Gallardo, en la única jugada construida entre los hombres de ofensiva; la anotación parecía que le daría a México mayor tranquilidad en el partido, pero no fue así.
A nivel defensivo las fallas son una constantes: Johan Vásquez fue uno de los que más se equivocó en las marcaciones y debería estar agradecido a que ninguna de las pifias fue al marcador, debido a las intervenciones del portero Memo Ochoa.
La suerte le favoreció a México
En el segundo tiempo México jugó al contragolpe, se aprovechó de cierta manera de la obligación de Panamá de ir al frente por el empate y fue entonces cuando apareció la suerte que se puso la playera del Tricolor.
Primero gracias al VAR se anuló un golazo de chilena que había marcado por Aníbal Godoy, por suerte la tecnología vio un fuera de juego previo al remate y por eso el Tricolor se mantuvo arriba en el marcador.
Minutos después de nueva cuenta apareció la suerte a favor de los mexicanos, pero Ismael Díaz estaba adelantado y, por eso, su anotación no contó. Cocca y el Tri pudieron respirar.
Uno de los grandes problemas de la Selección Mexicana es la creación de jugadas de peligro: Antuna solo se dedica a correr, sin saber qué hacer con el balón. Ozziel Herrera mostró que todavía está verde y le falta atrevimiento, por eso los delanteros parecen siempre estar en otro juego.