Una investigación realizada por la periodista Pamela Cerdeira dejó al descubierto el robo de víveres para los damnificados del terremoto de Turquía. En un artículo publicado en Opinión 51, Cerdeira explica cómo insertó dos AirTag en productos de primera necesidad que se llevarían a un centro de acopio instalado por el gobierno de la Ciudad de México. La periodista, al igual que muchos mexicanos, se cuestionó si era lógico enviar ese tipo de productos en lugar de donar a una organización en el sitio.
Las AirTag se introdujeron en una bolsa de arroz y un paquete de papel higiénico para monitorear su ubicación. Cerdeira abrió la cuenta de Twitter @adondeva para publicar el seguimiento a los productos desde el día que los entregó en el centro de acopio. Curiosamente, ni el arroz ni el papel de baño tomaron el avión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) rumbo a Turquía.
De acuerdo con la periodista, el paquete de papel se envió a las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México, mientras que la bolsa de arroz a un almacén de la Secretaría de Finanzas. Tras varias semanas sin cambios de ubicación, el papel higiénico terminó en un mercado y la bolsa de arroz en una escuela pública. Esta última, utilizada por un diputado local como banco de alimentos.
Cerdeira publicó un video de YouTube en donde cuenta lo sucedido y acude a la última ubicación de los productos. En el caso del papel higiénico, la periodista recuperó su AirTag y el vendedor menciona que lo compró a personas de vía pública. Con la bolsa de arroz no hubo suerte, ya que no le permitieron entrar al lugar.
¿Qué son las AirTag y cómo funcionan?
Las AirTag son pequeñas etiquetas inteligentes que se utilizan para rastrear objetos por medio de tu iPhone o iPad. Cuentan con un cuerpo de 3 cm de diámetro y son resistentes al agua y polvo. Debido a su tamaño y peso, pueden adaptarse a dispositivos como llaves, billeteras o maletas.
Su funcionamiento es bastante peculiar, ya que se valen de la red Encontrar de Apple para enviar su ubicación. Las AirTag envían una señal Bluetooth segura que puede ser detectada por dispositivos cercanos en la red de la app Encontrar. Estos dispositivos envían la ubicación de tu AirTag a iCloud para que la veas en un mapa y sepas dónde se encuentra.
En el caso de las AirTag que introdujo la periodista mexicana en la bolsa de arroz o papel higiénico, solo bastaba con que estuviera cerca de algún iPhone, iPad o Mac para conectarse de forma anónima. Debido a que la batería dura más de un año, Cerdeira pudo rastrear los objetos y en uno de ellos activó la localización por sonido.
¿Qué respondió el gobierno de la CDMX?
Tras la publicación del artículo y el video de la periodista, el Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, declaró que iniciarán una investigación. “En atención a este reportaje y a los señalamientos que está haciendo (la periodista) vamos a dar vista a la Contraloría General del Gobierno de la Ciudad de México para que haga, en su caso, las investigaciones correspondientes”, dijo.
Batres señaló que los víveres se entregaron a la Sedena y mostró un acuse de recibido. “Estamos completamente seguros de que la Sedena, cumpliendo siempre con su deber, hizo la entrega correspondiente a los damnificados de Turquía”, mencionó.
Por su parte, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que podría haber una orientación política detrás de la investigación. Sheinbaum cuestionó por qué se hizo público hasta ahora, a lo que la periodista respondió que le interesaba conocer el destino final de los artículos. Cerdeira también consideró el proceso electoral del Estado de México, por lo que esperó a que concluyera para evitar malos entendidos.
El robo de víveres para damnificados es una constante en México
La investigación de la periodista mexicana trae de vuelta a la mesa un problema que se ha vuelto común en México. El robo de víveres y apoyos para damnificados ocurre desde hace décadas, aunque tomaron mayor relevancia durante los sismos que azotaron al país. El gobierno de Miguel de la Madrid no solo fue cuestionado por rechazar la ayuda internacional, sino por no entregar apoyos a los damnificados del terremoto de 1985.
Un caso similar se vivió en 2017, cuando dos sismos azotaron a diversos estados, siendo Oaxaca y la Ciudad de México los más afectados. En redes sociales se hizo público el robo de camiones con ayuda en carreteras de Oaxaca, Michoacán y Puebla. Camionetas cargadas con toneladas de víveres fueron hurtadas, mientras que grupos armados interceptaban caravanas de vehículos y disparaban a sus ocupantes.
Mientras que algunos productos se revendían en el mercado informal — como ocurrió ahora con papel higiénico de Cerdeira — otros se usaban como moneda de cambio en procesos electorales. Un caso particular de 2017 fue el del entonces gobernador de Morelos, Graco Ramirez, quien junto a su esposa fue acusado de impedir que los víveres llegaran a manos de los damnificados del sismo.
Policías del estado interceptaron camiones con toneladas de ayuda y los llevaron a una bodega del DIF, institución encabezada por la esposa del gobernador. En redes sociales se difundieron videos que atestiguaban cómo los camiones entraban a la bodega para permanecer ahí, lo que provocó la ira de la población. Ante las críticas, Ramírez se limitó a decir que “eran videos que intentaban engañar a la gente”.
La tecnología ha avanzado lo suficiente para reportar abusos de este tipo y las AirTag insertadas en los víveres para Turquía son prueba de ello. Que una periodista como Pamela Cerdeira se pregunte si sus donativos llegarán a los damnificados no tiene orientación política. Décadas de robos y acopio para repartirlos en campañas electorales son suficientes para que cualquier mexicano desconfíe.