Cada región tiene necesidades diferentes, dependiendo de donde se establezca la compañía, se tiene que analizar detenidamente cuáles son las particularidades culturales y deseos de los consumidores.
Invertir en territorio mexicano es una opción muy atractiva para aquellas empresas extranjeras que buscan consolidar sus operaciones y seguir creciendo en Latinoamérica, dentro de los múltiples beneficios está la posibilidad de aprovechar la cercanía con Canadá y Estados Unidos, para gradualmente incursionar en esos mercados.
A pesar de la crisis que significó la pandemia de Covid-19 y de los constantes cambios del mercado, México es visto como un país sólido para realizar inversiones. De acuerdo con la Secretaría de Economía, entre enero y septiembre de 2022, se recibió 32,147 millones de dólares en inversión extranjera directa, lo que significa un aumento de 29.4% respecto al año anterior. De este monto, el 45% correspondió a nuevas empresas.
Consolidar un producto o servicio en un nuevo país puede convertirse en una tarea muy complicada si no se tiene una estrategia de entrada efectiva, es por eso te compartimos cinco puntos básicos para tener un soft landing exitoso.
1. Investigación de mercado
México es un país muy grande y cada región tiene necesidades diferentes, dependiendo de donde se establezca la compañía se tiene que analizar detenidamente cuáles son las particularidades culturales, deseos de los consumidores, así como conocer a los competidores y la regulación existente.
“Es importante no llegar en blanco. Antes de lanzar cualquier estrategia, es crucial que conozcamos a qué particularidades nos enfrentaremos en el nuevo mercado: sus hábitos de consumo, quiénes son los jugadores principales, si hay algo que debamos tomar en cuenta en el plano legal, entre otras cosas”, aconseja Alejandro Alberto Zubiria, asesor de empresas.
2. Ámbito legal
Como en cualquier parte del mundo, hay una regulación que no se puede pasar por alto, hay que asesorarse con expertos que verifiquen que las condiciones legales son las adecuadas para poder establecerse y que guíe a la empresa a través del proceso de registro y cumplimiento con regulaciones para sortear cualquier obstáculo.
Hay leyes laborales, tributarias, de protección de datos, entre otras, para evitar problemas legales. Por ejemplo, ¿qué régimen fiscal es el que corresponde?, ¿es necesario constituir una empresa mexicana?, ¿qué prestaciones se deben ofrecer por ley a los empleados?, ¿qué permisos se necesitan?, entre otras cuestiones.
3. Alianzas estratégicas
Colaborar con empresas locales e identificar socios de confianza aporta una visión más clara del mercado local, mejora la eficiencia en términos de logística y distribución, a la vez que ayuda a reducir costos de producción y mejorar la calidad de los productos o servicios. Se trata de construir relaciones ganar-ganar, en la que el peso de una marca local empuje al nuevo actor, a cambio de contratos exclusivos, acciones, o cualquier otro beneficio.
Un aspecto cultural clave a la hora de hacer negocios en México es el peso de las relaciones personales y la confianza. Es muy común establecer alianzas a largo plazo con base en relaciones personales antes de firmar acuerdos comerciales, de ahí la importancia de un primer acercamiento “amistoso” con aliados potenciales, a través de eventos sociales o empresariales, o por contactos en común.