Una encuesta del Inegi revela que 2022 fue un buen año para los museos, que tuvieron más de 37 millones de visitantes, 21 millones más que el año anterior
Las salas de los museos mexicanos han vuelto a poblarse de visitantes. Tras el duro golpe de la pandemia que obligó al cierre, estas instituciones han logrado recuperarse gracias al aumento de la afluencia de visitas que, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cerró 2022 con más de 37 millones de asistentes, 21 millones más que el año anterior, cuando todavía se sufría los rezagos de la covid-19.
Los museos fueron los que más sufrieron las medidas de contingencia adoptadas por las autoridades durante la pandemia. Mientras negocios comerciales y restaurantes comenzaron a abrir paulatinamente tras meses de cierre, los museos se mantuvieron cerrados a cal y canto y no fue hasta el año pasado cuando comenzaron a abrir de forma tímida y todavía con medidas sanitarias para evitar los contagios de covid-19. La pandemia fue fuerte zarpazo para estas instituciones, y, según un estudio de la UNAM, al menos 36 museos de México, Centroamérica y el Caribe sufrieron el riesgo de cerrar de forma permanente.
Ciudad de México es la entidad federativa que más visitantes recibió en sus museos, porque además es la ciudad que cuenta con más de estas instituciones: el Inegi registra 140 museos en la capital, que el año pasado recibieron casi 16 millones de visitantes, un 42% del total nacional. Le sigue Nuevo León, en el norte del país, con 44 museos que fueron visitados por casi cinco millones de personas. Y en el tercer puesto está el Estado de México, que con 72 museos recibió 2.5 millones de visitantes.
El Inegi analizó 1.164 museos a nivel nacional y, según sus resultados de la encuesta, son los Estados del centro y sur del país los que cuentan con una mayor cantidad de estas instituciones culturales. La mayoría de los museos, revela el estudio, se centran en temas históricos (45.1 %), el 23,6% ofrece exposiciones de arte y un 20,4% se enfoca en la arqueología. Una ventaja para los visitantes es que en México el 58,9 % de los museos ofrece servicios gratuitos, 22,8 % cobra una cuota de ingreso y 18,3% aplicó la gratuidad solo algunos días de la semana.
La encuesta del Inegi muestra que los museos son fuentes de trabajo, aunque muchos de las personas que laboran en estas instituciones lo hacen en situación precaria. El estudio revela que 27.528 personas laboraron en los museos, lo que representa un promedio de 24 personas por institución. De ese total de trabajadores, sin embargo, solo el 49.9 % (unas 13.748 personas) son empleados fijos del museo, mientras que 34.4 % (9.471 personas) son voluntarios y prestadores de servicios social y 15.7 % (4.309) corresponde a personal de servicios subrogados.
Los trabajadores de los museos han denunciado en varias ocasiones los bajos salarios y las condiciones precarias en las que trabajan. Recientemente, los trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) cerraron el acceso al Palacio de Bellas Artes, la gran institución cultural de México, en protesta por el retraso en el pago de prestaciones. Además, el año pasado este diario conoció que las autoridades de Cultura debían al menos tres meses de pagos a una compañía que gestiona la seguridad en los museos mexicanos. La empresa Servicios Especializados de Investigación y Custodia (SEICSA) denunció atrasos en los montos que cobran por los servicios de seguridad que vende al sistema de museos e instituciones culturales del INBAL. El retraso, según un comunicado interno de la compañía, afectó el pago de salarios de los trabajadores.
Y es que en México la mayoría de los museos sobrevive con dinero público. Según la encuesta del Inegi, el 72,2% de los museos contó con recursos públicos para su operación, de los que 38% provienen de ingresos municipales, el 35% de fondos estatales y el 25% es alimentado con dinero federal. Esa dependencia hace que los museos también sufran el golpe de los recortes en cultura. La Secretaría de Cultura ha sido el objeto de fuertes críticas por los recortes al sector desde que inicio el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha impuesto en el Estado la llamada “política de austeridad”. En el caso de Cultura, los recortes suman más de 1.000 millones de pesos.