Las autoridades mexicanas desmontaron una red de venta de Coca-Cola falsificada que operaba en la Ciudad de México y un estado vecino, lo que supone un golpe a la piratería y la falsificación de marcas que viene enfrentando México desde hace tiempo.
Tras el allanamiento a mediados de semana de un inmueble donde se incautaron miles de botellas de Coca-Cola falsas, la Fiscalía General de la Ciudad de México informó el viernes que fueron puestos a la orden de un juez dos detenidos y que se avanza en las investigaciones para localizar a otros miembros del grupo, que se estima podrían alcanzar a diez.
El vocero de la Fiscalía, Ulises Lara, dijo, en un video que se difundió en las redes sociales, que de acuerdo a las investigaciones el grupo vendía hasta 60 cajas de refrescos clonados en puestos ambulantes del centro y del mayor mercado de mayoristas de la Ciudad de México y en los municipios Chalco y Nezahualcóyotl del Estado México, vecino a la capital, que le generaban ingresos diarios hasta 12.600 pesos (unos 700 dólares).
El centro de envasado y almacenaje de los refrescos clonados fue localizado el pasado miércoles en una popular barriada del este de la capital mexicana donde se incautaron 130 cajas que contenían 780 botellas llenas y casi 20.000 botellas vacías listas para ser rellenadas.
Los investigadores también encontraron mangueras, bombas, instalaciones de lavado de botellas y tapas nuevas, todo lo cual sugiere que los delincuentes fabricaban su propia Coca Cola.
En el allanamiento, la Fiscalía decomisó tres placas de vehículos con reportes de robo vigente, un automóvil, una motocicleta y una camioneta que se presume era utilizada por el grupo para distribuir las bebidas.
Coca-Cola Femsa de México hasta el momento no ha emitido comentarios sobre el caso.
El decomiso se da a menos de dos semanas de que la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, (USTR, por sus siglas en inglés) publicara un informe especial en el que reconocía que las medidas contra la falsificación y la propiedad intelectual de México, ya de por sí débiles, se han reducido en los últimos años.
“La prevalencia de productos falsificados en mercados físicos notorios sigue siendo un problema significativo, exacerbado por la participación de organizaciones criminales transnacionales”, señala el informe especial de la USTR publicado el 26 de abril.
En el informe se reconoce además que las autoridades mexicanas solían realizar actividades de control de la Propiedad Intelectual, pero esa “actividad de observancia parece haber cesado en los últimos años”. Asimismo, la USTR asegura que las labores de investigación y procesos penales por falsificación de marcas registradas y piratería “parecen ser inexistentes” y que la Fiscalía General de la República no ha informado de ninguna estadística al respecto en los últimos tres años.
Durante décadas, México ha tenido problemas con los delincuentes que falsifican desde pantalones vaqueros, zapatos deportivos de marca, hasta medicamentos. Las autoridades sanitarias mexicanas emiten regularmente alertas sobre medicamentos que son hábilmente falsificados para parecerse a los auténticos.