La Dirección General de Epidemiología ya monitorea el reciente informe levantado por el Gobierno de Sonora en el que se señala el posible contagio de nueve personas que tuvieron contacto con un perro infectado
La rabia en humanos ha vuelto a México luego de más de 15 años sin registro de transmisión por mordida de perro. La Secretaría de Salud de México ha sonado las alarmas en los diferentes niveles de atención médica con que cuenta el país ante el creciente conteo de casos de rabia reportado. La Dirección General de Epidemiología ya monitorea el reciente informe levantado por el Gobierno de Sonora en el que se señala el posible contagio de nueve personas que tuvieron contacto con un perro infectado. Ante el riesgo de propagación, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) ha desplegado protocolos y recomendaciones generales para enfrentar y prevenir la transmisión del virus, y ha pedido a las unidades de salud difundir información sintomatológica entre la población para la detención a tiempo de dicho mal.
¿Por qué es tan importante mantener el control antirrábico en México?
La rabia humana transmitida por perros es un problema de salud pública de primer orden debido a que es mortal en prácticamente el 100% de los casos. Forma parte de la lista de enfermedades zoonóticas de alto riesgo junto con la fiebre maculosa, brucelosis, leptospirosis, cisticercosis y teniasis. Aunque el virus de la rabia puede estar presente en muchos animales mamíferos, no todas las especies son capaces de contagiarlo. En humanos, el contagio se da luego de una mordida o roce dental de un perro doméstico; a través de la saliva de éste se transmite la infección.
La campaña permanente de prevención integra una jornada anual de vacunación antirrábica en perros y gatos en la que son inmunizados en promedio 18 millones de animales. Además, de acuerdo con la Secretaría de Salud, la Red Nacional de Laboratorios Estatales del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), mantiene constante vigilancia del virus rábico para evitar la circulación de la variante común en caninos o en algunas especies de origen silvestre, como zorrillos o murciélagos.
Desde 2005 no se registraban eventos de contagio en humanos en México. En 2019, según el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), el país fue el primero en recibir la validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por haber eliminado la rabia humana transmitido por perros como problema de salud pública.
¿Cuándo se debe sospechar un posible contagio de rabia?
El Sinave ha hecho énfasis con respecto al seguimiento de contagios e insiste en que “todo caso sospechoso, probable o confirmado de rabia humana debe ser registrado en los establecimientos para atención médica”. De acuerdo con los criterios del Cenaprece, se sugiere solicitar atención médica urgente cuando:
- Se ha sufrido un ataque por mordida de perro (o de gato, según el caso) en cualquier parte del cuerpo; la transmisión viral se lleva a cabo por medio de la saliva.
- Haber sido atacado por un animal silvestre.
¿Qué se debe hacer ante la mordida de un perro?
Ante tal evento, el mismo organismo sugiere registrar y compartir al médico o a la institución de salubridad la siguiente información:
- Si el ataque ocurrió en casa: registrar los datos del propietario del perro para hacer más fácil la recopilación de datos sobre la salud y el estado vacunal del animal.
- Si ocurrió en la calle: tratar de localizar a los posibles dueños (si es el caso) o de identificar si se trata de un perro de la calle cuidado por los vecinos de la comunidad. En cualquier caso, se pide en la medida de lo posible tener localizado al animal para poder realizar en él estudios virales.
El médico o institución de salud determinará, con la información dada, las medidas a seguir y si el paciente es candidato para recibir la vacuna antirrábica.
Síntomas generales por contagio de rabia
La evolución de la enfermedad dependerá del tratamiento y del tiempo que hubo entre en posible contagio y la atención médica. Los signos Más comunes ante un cuadro avanzado de rabia son los siguientes:
- Salivación excesiva.
- Confusión.
- Miedo provocado por los intentos de beber líquidos debido a la dificultad para tragar agua.
- Miedo provocado por el aire que sopla en la cara.
- Insomnio.
- Parálisis parcial.
- Alucinaciones.
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