La polémica por la subida de impuestos acontece en el contexto en el que los hoteleros de Cancún y Riviera Maya aportan ya casi todo lo que recauda el gobierno de Quintana Roo que lidera Mara Lezama.
El paquete presupuestal 2023 contiene dos de los impuestos que mas ofuscan a los hoteleros: el impuesto sobre Nómina (ISN) y el Impuesto al Hospedaje (IH). Lo recaudado por el primero este año corresponde al 36% y lo aportado por el segundo a las arcas del estado supone el 27%.
Los representantes del sector desde hace semanas se manifiestan contra los incrementos que propone el presupuesto 2023 de elevar de 3% a 4% el ISN y de 3% a 5% el de IH.
Los hoteleros sostienen que la presión fiscal hará menos competitivo al destino frente a competidores como República Dominicana, Cuba o Jamaica.
De aprobarse la tasa impositiva de 4 por ciento en el caso del ISN, los recursos adicionales se destinarán a programas de fortalecimiento de la Seguridad Pública, no sólo de capacitación y equipamiento de las policías sino para atender los orígenes de la violencia, además de apuntalar los recursos provenientes de la Federación. Asimismo, se propone crear también un Fondo para el Fortalecimiento de la Seguridad Pública que administre un porcentaje de 12.5 por ciento de los recursos captados, apunta Luces del Siglo.
Por su parte, lo recaudado por IH se destinaría para atender las demandas sociales más sentidas de la población a través de la Secretaría del Bienestar y la Agencia de Seguridad Alimentaria.
Jesús Almaguer Salazar, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, opina que el gobierno debe buscar la manera de tener más contribuyentes y no solo imponer más impuestos a la hotelería y a los turistas, “ya que no podemos seguir encareciendo la actividad turística”
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