México, el quinto país en el mundo con más muertes a causa de la pandemia del coronavirus, espera cerrar antes de que finalice el año un contrato con la Comisión Europea para que grandes farmacéuticas del viejo continente produzcan vacunas y medicinas en el país latinoamericano, dijo a Reuters un funcionario.
México, el quinto país en el mundo con más muertes a causa de la pandemia del coronavirus, espera cerrar antes de que finalice el año un contrato con la Comisión Europea para que grandes farmacéuticas del viejo continente produzcan vacunas y medicinas en el país latinoamericano, dijo a Reuters un funcionario.
La idea, explicó Iker Jiménez, director general de Impulso Económico Global en la Secretaría de Relaciones Exteriores, es convertir al país en el centro logístico de Latinoamérica y el Caribe -la región que acumuló más muertes per cápita por Covid-19-, ante una eventual próxima pandemia.
“Estamos terminando de cerrar el contrato con la Comisión Europea para ya poder lanzar el proyecto de manera oficial este año, noviembre o diciembre a más tardar”, dijo Jiménez en una entrevista con Reuters el lunes por la tarde.
No queremos que la próxima pandemia, que puede ser mañana o dentro de 100 años, nos agarre otra vez con los dedos en la puerta”, agregó.
El funcionario, encargado de la atracción de inversiones y promoción internacional de México, explicó que el acuerdo se focalizará en la producción y envase de vacunas y medicamentos.
Jiménez dijo estar prohibido de revelar los nombres de las firmas pero Europa es sede de muchas de las farmacéuticas más importantes, como la británica AstraZeneca, la alemana Bayer, la belga Janssen -de Johnson & Johnson-, Merck, las suizas Novartis y Roche, la francesa Sanofi, entre otras.
A mediados del año, la jefa de la CE, la alemana Ursula von der Leyen, aseguró que el bloque quiere impulsar la producción de vacunas y medicamentos en Latinoamérica invirtiendo más en la región y compartiendo tecnologías y prácticas reguladoras.
Autos eléctricos pisan el acelerador
La oficina de Jiménez también está encargada de impulsar la producción y uso de vehículos eléctricos en México, el principal fabricante de autos de Latinoamérica y de los mayores del mundo.
Como parte de esta estrategia, a inicios de año se formó el Grupo de Trabajo México-Estados Unidos para la Electrificación del Transporte, una iniciativa que cuenta con la participación de funcionarios de ambos países y la Universidad de California. Jiménez dijo que el próximo año Canadá podría adherirse.
México pretende que para el 2030 el 50% de los autos que se comercialicen en el país sean eléctricos y un 90% para el 2050. Actualmente, el porcentaje roza el 5 por ciento.
Jiménez confía en que se alcanzará la meta, siempre y cuando se logren identificar las necesidades y delimitar las funciones entre el Estado y la empresa privada para el desarrollo de infraestructura de recarga, incentivos al consumidor para la adopción de vehículos eléctricos y estímulos no fiscales.
La semana pasada, con una inversión de unos 65 millones de dólares, la canadiense BRP anunció la construcción en el estado Querétaro de su planta para fabricar baterías para vehículos eléctricos y para producir motos eléctricas.
El anuncio es el primero de su tipo en el país y Jiménez aseguró que a partir del próximo año habrá más, además de empresas que invertirán miles de millones de dólares en adecuar sus plantas en México para producir vehículos eléctricos.
El funcionario aseguró que su equipo ha hablado con todas las armadoras y firmas de autopartes presentes en México, como BMW, Ford, GM, Kia, Nissan, Stellantis, Toyota, entre otras. También ha invitado a las productoras de autos eléctricos, como Tesla, a que se asienten en el país.
Por otro lado, Jiménez dijo que funcionarios de la Cancillería se reunieron el mes pasado con ejecutivos de Uber para que apliquen un plan similar al que lanzaron en Estados Unidos y Europa, mediante el cual apoyan a sus conductores para migrar sus vehículos a unos cero emisiones.