Con la inversión más baja de América Latina y el Caribe, de apenas 1% del PIB, México entra al ciclo de desaceleración mundial debilitado y sin haber recuperado los niveles prepandemia.
El Banco Mundial subió ligeramente su pronóstico de crecimiento para México para este año a 1.8% desde el 1.7% que tenía en el mes de junio y lo recortó para el 2023, para dejarlo en 1.5% desde el 1.9% anterior.
Al presentar su Informe semestral en conferencia de prensa, el economista jefe para América Latina y el Caribe en el BM, William Maloney, descartó una recesión para el país y para Estados Unidos.
Si bien reconoció que “la Fed está subiendo agresivamente la tasa y hay mucha gente preocupada porque temen que podría impulsar una recesión en Estados Unidos”, aseguró que ese no es el escenario central del organismo. El funcionario admitió que en la eventualidad de una recesión en la primera economía del mundo, todos los países de la región se verán impactado. Pero subrayó que para ellos, esta descartada.
Con el nuevo pronóstico del PIB para este año, Banco Mundial se ubica como el organismo más pesimista entre los que han actualizado sus previsiones para México, donde la OCDE prevé un avance de 2.1% y la Cepal espera 1.9 por ciento. El próximo martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustará sus expectativas mundiales, que para México están en 2.4% para este año.
El experto detalló que entre los factores que suelen determinar el éxito en la actividad económica regional, está el desempeño de los países del G7, particularmente de Estados Unidos y China. Pero en esta ocasión, por las condiciones mundiales de altas tasas de interés, inflación e incertidumbre por la guerra de Rusia sobre Ucrania, no contarán con ese impulso.
Inversión, deficiencia estructural
Maloney explicó que la baja inversión que caracteriza a los países de América Latina, es un factor estructural que ataja la capacidad de crecimiento de las economías y les vulnera para enfrentar choques como el que se espera por la desaceleración de Estados Unidos y China.
Al interior del documento, los expertos del Banco Mundial ubican a México con uno de los países de la región con los niveles más bajos de inversión pública, de apenas 1% del PIB. Le acompañan en este sitio Brasil y Aruba, con una proporción similar de recursos destinados a la inversión.
Esta proporción contrasta con el 4% promedio que destinan los países de la región a los proyectos de inversión, que de por sí es bajo respecto del 8% que otorgan en África y Asia Oriental, subrayó Maloney.
Sin mayores esfuerzos de inversión será difícil sentar las bases para detonar un crecimiento económico mayor, lo que es preocupante en el contexto actual de erosión en la capacidad de gasto que ha dejado la inflación en las familias y empresas, asentó.
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