El Palacio de Buckingham anunció su preocupación por el estado de salud en el que se encuentra la monarca de 96 años
Después de que este jueves el Palacio de Buckingham informó que los médicos de la reina Isabel II de Inglaterra se encuentran “preocupados” por la salud de Su Majestad y apuntaron que se encuentra bajo supervisión en Balmoral, varias partes del mundo se estremecieron con la noticia y, además de lanzar sus mejores deseos o pronta recuperación para la monarca, también comenzaron a recordar algunos de sus los momentos más emblemáticos.
México no es la excepción a esto, pues con poco más de 70 años en el trono, la reina ha realizado dos visitas a tierra azteca: una fue en 1975, durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, y la otra en 1983, cuando Miguel de la Madrid Hurtado era presidente.
En el primero de esos viajes, la reina permaneció durante seis días en territorio mexicano, del 24 de febrero al primero de marzo de 1975 recorrió parte de los estados de Quintana Roo, Yucatán, Guanajuato, Ciudad de México y Veracruz, en donde realizó diversas actividades acompañadas por su esposo Felipe de Edimburgo.
La reina y el duque llegaron en el yate real Britannia a Cozumel, ahí tomaron un avión directo a la Ciudad de México, donde los esperaba el entonces presidente Luis Echeverría y la primera dama María Zuna. El encuentro significó no solo la primera visita de la reina a México, sino la primera visita de cualquier soberano de Inglaterra a nuestro país en su historia. La reunión se realizó en el zócalo capitalino y estuvo acompañado por mosaicos humanos en tributo a la mandataria.
Durante su estadía por la capital mexicana, la pareja real británica se hospedó en el hotel Camino Real y visitaron al presidente en su residencia privada en San Jerónimo, al sur de la ciudad. Al día siguiente, visitaron la ciudad de Guanajuato, donde conocieron el monumento al Pípila -creado por el escultor Fernando Olaguíbel (también artífice de La Diana Cazadora en la Ciudad de México)-, algunas de las minas más famosas como La Valenciana, el Teatro Juárez, el edificio de la Universidad de Guanajuato (UG) en el centro, la Alhóndiga de Granaditas y el mercado local de Guanajuato.
Después, la reina Isabel II y el duque Felipe se dirigieron al aeropuerto de León para su visita a Oaxaca, donde conocieron salones de telares y el palacio de la artesanías, así como parte de la celebración nocturna de la Guelaguetza, además visitaron la zona arqueológica de Monte Albán -descubierta por Alfonso Caso en 1932-; posteriormente estuvieron en Yucatán y salieron del puerto de Veracruz el primero de marzo.
“Los mexicanos son alegres”, trascendió que declaraba tras ese viaje la reina. “Me di cuenta por la forma festiva en que actuaban”.
La segunda visita
En la segunda ocasión que la reina llegó a México no visitó ninguna de las ciudades previamente conocidas, sino que estuvo en municipios costeros del territorio nacional como Acapulco, Lázaro Cárdenas, Puerto Vallarta y La Paz. Curiosamente, casi en la misma fecha que su primera visita, esa ocasión fue del 17 de febrero al 25 de febrero de 1985.
En su recorrido por las playas de Puerto Vallarta, que en ese entonces se estaba consolidando como uno de los sitios más atractivos de la industria turística en México, la reina y el duque fueron recibidos por el alcalde Jorge Leobardo Lepe García, el gobernador jalisciense Flavio Romero Velasco y el entonces presidente de la República, quienes le dieron las llaves de la ciudad.
Isabel II de Inglaterra también visitó en compañía de su esposo la laguna Ojo de liebre, la Catedral de Nuestra Señora de La Paz “Airapi” y principalmente las islas Jacques Cousteau (o Cerralvo) y Espíritu Santo. Esos dos últimos lugares captaron de manera especial a atención de la reina debido a que en la corona oficial heredada desde su bisabuelo Eduardo VII se encuentra una de las perlas de adorno denominada The Great Lemon extraída del Mar de Cortés y llevada al Reino Unido más de un siglo antes a su visita.
Isabel II, de 96 años, se convirtió en la reina del Reino Unido y de más de una docena de otros reinos, incluidos Canadá, Australia y Nueva Zelanda, a la muerte de su padre, el rey Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, mientras se encontraba en Kenia en una gira internacional. La noticia se la comunicó su marido, el príncipe Felipe, quien falleció a los 99 años tras más de siete décadas a su lado.
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