Ante la presión que ejercen los “países hostiles”, como califica el Kremlin a Estados Unidos y sus aliados que imponen a Rusia cada vez más sanciones por la guerra en Ucrania, el presidente Vladimir Putin afirmó que valora mucho los “lazos históricamente sólidos, amistosos y de verdadera confianza con los países de América Latina, Asia y África” y ofreció a sus “aliados y socios” armas convencionales modernas, desde fusiles automáticos a carros blindados, artillería, aviones de combate y drones de asalto.
Con este mensaje, el mandatario ruso inauguró este lunes el Foro Internacional “Ejército-2022”, que es la mayor feria anual que organiza el complejo industrial-militar de este país, cuyas empresas, pese a las restricciones occidentales, exportaron en la primera mitad de este año armamento diverso por 5 mil 400 millones de dólares de acuerdo con estadísticas oficiales.
Putin señaló que Rusia tiene “muchos aliados, socios, correligionarios en distintos continentes” y destacó que “son países que no se someten al llamado poder hegemónico, sus líderes muestran tener un carácter fuerte y no se doblegan ante nadie”.
Enfatizó que “(esos países) practican una vía de desarrollo propia y soberana, aspiran a resolver de manera colectiva los problemas de la seguridad regional y global con base en el derecho internacional, la responsabilidad recíproca y tomando en cuenta los intereses de cada uno, con lo cual contribuyen a defender un mundo multipolar”.
Rusia, subrayó su presidente, “aboga por impulsar una cooperación técnico-militar lo más amplia y multilateral posible. Hoy por hoy, cuando se está formando un mundo multipolar, esto es especialmente importante”.
Aseguró también que Moscú tiene la intención de activar los nexos de cooperación para desarrollar nuevas armas convencionales y material militar, “trabajando en proyectos conjuntos en condiciones justas y equitativas”.
Celebrada por octava ocasión, esta Feria, en opinión de Putin, permitirá a las más de setenta delegaciones extranjeras –muchos países representados por los agregados militares y navales de sus embajadas– conocer hasta el siguiente 21 de agosto algunas de las ideas más novedosas de “prototipos y sistemas futuros” que van a determinar “el día de mañana” los ejércitos.
“Se trata de armamento de alta precisión y robotizado, equipos de combate basados en nuevos principios físicos”, explicó a potenciales inversores y añadió: “muchos superan a sus análogos extranjeros en años, si no en décadas”.
Asimismo, Putin elogió las armas convencionales que Rusia ya tiene y quiere exportar. “Prácticamente todas han sido usadas en acciones militares reales”, resaltó, sin precisar si se refería a Siria y Ucrania, o a ambas.
Por razones obvias, no están en venta los nuevos tipos de armamento estratégico que Rusia, paso a paso, incorpora a su arsenal nuclear y se reserva para sí.
Durante esta semana habrá numerosos encuentros entre militares, presentaciones, conferencias y hasta unos “juegos castrenses” en los que se prevé la participación de seis mil soldados y oficiales de 37 países.
Y este año los organizadores decidieron aprovechar la presencia de las delegaciones extranjeras para celebrar un Congreso Antifascista Internacional, toda vez que uno de los objetivos de la “operación militar especial” que el presidente ruso, hace casi seis meses, ordenó llevar a cabo en Ucrania es “desnazificar” el vecino país eslavo.
“Las lecciones de la terrible tragedia que causó el nazismo a la humanidad en el siglo XX no debe ser olvidada. Nuestro deber ante la memoria de millones de víctimas de la Segunda Guerra Mundial es rechazar con dureza los intentos de falsificar la historia, contrarrestar la difusión de cualquier forma de neonazismo, rusofobia y racismo”, reflexionó el jefe del Kremlin.
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