La Bolsa de Sao Paulo ganó este jueves un 1,18 % y su índice Ibovespa, referencia del parqué, cerró con 111.889 puntos, impulsado por el buen humor de los mercados internacionales y a pesar del mal desempeño del sector eléctrico.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se depreció con fuerza al bajar un 1,22 % en Brasil, con lo que finalizó la jornada cotizado a 4,760 reales para la compra y la venta, en el tipo de cambio comercial brasileño.
El corro brasileño, que ha cerrado en verde en cinco de las últimas seis sesiones -el miércoles cerró estable (0,00 %)-, continúa instalado en el terreno positivo, pese al delicado momento económico global, lastrado por la guerra en Ucrania y los nuevos brotes de covid-19 en China.
La subida de hoy, sin embargo, aún responde al tono del acta de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que, si bien advirtió de la persistente inflación, no dio señales sobre un posible ajuste monetario más agresivo en los próximos meses, según divulgó en la víspera.
En este contexto, Wall Street y buena parte de las bolsas europeas cerraron en verde, estela que siguió también el Ibovespa.
Con todo, el parqué paulista sumó 1.310 unidades a su puntuación acumulada, en una sesión con un volumen de unos 27.000 millones de reales (5.700 millones de dólares), en un total de 3.840.324 operaciones financieras, según los resultados preliminares.
El mayor salto lo dieron las acciones de la firma financiera Cielo (+11,3 %), los grandes almacenes Magazine Luiza (+9,7 %) y la compañía de logística Rumo (+7 %).
Por el contrario, el sector eléctrico fue el gran perjudicado de la jornada, con caídas notables para Energisa (-3 %), Cemig (-2,6 %), CPFL Energía (-2,5 %) y el grupo estatal Eletrobras (-2,5 %), que está en la recta final de su privatización.
Los títulos más negociados fueron los preferentes de la petrolera estatal Petrobras (+0,2 %) y los ordinarios del gigante minero Vale (-0,06 %), así como los del Itaú, el mayor banco privado del país (+1,2 %).