De acuerdo con el Índice de Precios de los Alimentos de la FAO, en enero, tanto los cárnicos bovinos como los porcinos experimentaron alzas en sus cotizaciones internacionales, solo la carne de pollo mostró una tendencia a la baja.

Durante enero, el valor internacional de los productos cárnicos fue 17.3% superior al registrado durante el mismo mes del año pasado; respecto a diciembre de 2021, si bien hubo una variación ligeramente alcista, esta fue mínima.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó que el encarecimiento de estas proteínas fue propiciado en gran medida por la carne de res, que alcanzó nuevos máximos históricos, debido a la demanda.

Derivado de esto y de una disminución en la existencia de ganado bovino para sacrificio, la oferta internacional se vio superada, lo cual fue especialmente notorio en importantes regiones productoras como la sudamericana (Brasil) y Oceanía.

EN EL CERDO, LA RECUPERACIÓN DE CHINA SIGUE SIENDO UN FACTOR DETERMINANTE

Los cárnicos porcinos siguieron esta misma tendencia, aunque en este caso fue más ligera, a pesar de que la ralentización de las importaciones en China por la recuperación de su porcicultura fue un factor que presionó los precios a la baja.

Sin embargo, esto se vio contrarrestado por la escasez de mano de obra en las plantas procesadoras de algunas regiones, y al encarecimiento de los insumos como los granos básicos, lo que tuvo como resultado una contracción en la oferta global.

En este periodo, solo los cárnicos de ave mostraron una tendencia negativa, pues en contraste con los bovinos, el suministro de estos alimentos superó la demanda de los países importadores.

En la FAO destacaron que la oferta se mantuvo fuerte incluso frente a los desafíos que enfrentó esta industria, como las demoras en el desempeño productivo, las dificultades logísticas derivadas de la pandemia y los brotes de Influenza Aviar en diferentes latitudes.

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