Desde este lado del mundo, se aportó un tercio de su producción de energía eléctrica, a la par de España, pero se generaron solo 7.6% de sus ventas; México es único de los mercados de la firma en donde la mayor parte de su capacidad generadora es fósil.

Luego de dos años de ser blanco de la metralla verbal y regulatoria del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la española Iberdrola finalmente decidió venderle casi 80% de sus activos en México, según anunciaron esta semana el gobierno y la empresa.

Esto implica la enajenación de 13 plantas de generación (12 de ciclo combinado y una eólica) con una capacidad conjunta de 8,539 megawatts, por un precio de alrededor de 6,000 millones de dólares. Ante esto, vale preguntarse lo que representa esta desinversión para la gigante energética española.

Primero, resulta pertinente entender el negocio de Iberdrola. La energética española se desempeña en los mercados de generación eléctrica (generación), transporte de electricidad (redes) y comercialización de electricidad y gas natural (clientes).

Sus principales áreas geográficas de operación son: España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, México e Iberdrola Energía Internacional (conocida dentro de la empresa como IEI, que engloba el resto de los países, entre ellos Alemania, Francia y Australia).

En México, la empresa está presente en los mercados de generación y comercialización a clientes, no así en el de redes, que sigue siendo un monopolio legal a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

México, quinto en ingresos

Según el último Informe Integrado de la compañía (publicado en febrero del 2023), el año pasado facturó en el mundo 53,949 millones de euros (37.9% más que en 2021).

Su negocio de comercialización a clientes es, por mucho, el más significativo, con un parte de 34,939 millones de euros (64.8%); le sigue el segmento de redes, con 18,355 millones de euros (34%); el de generación, con 10,322 millones de euros (19.1%) y finalmente la empresa presenta un ajuste negativo de 9,667 millones de euros por concepto de otros negocios y de la corporación (que equivalen a 17.9% de los ingresos totales).

Por geografías, las más importantes son España, que contribuyó con 22,980 millones de euros (42.6% del total), seguida del Reino Unido, con 9,813 millones de euros (18.2%); Brasil, con 8,613 millones de euros (16%); y Estados Unidos, con 7,907 millones de euros (14.7 por ciento).

Hasta el quinto sitio aparece México, con un aporte de 4,079 millones de euros (7.6%), superando a IEI, que facturó 802 millones de euros (1.5% del total de ventas).

Esta baja participación refleja el hecho de que la empresa tiene una limitada presencia en el negocio de comercialización a clientes en general (que es su pilar más importante en el mundo), pues su principal negocio es el de venta a la CFE y no tiene presencia en redes (que como se mencionó antes, es un monopolio legal de la CFE).

Segundo en capacidad de generación

Alcarado lo anterior, es pertinente describir el negocio de Iberdrola en México, pues es significativo que, aunque el país aporta menos de 10% de los ingresos de la empresa, en términos de capacidad y generación eléctrica el país es su segundo mayor mercado.

De acuerdo con el Informe Integrado de la empresa, en México la empresa tiene 30 centrales generadoras, de las cuales 13 son de ciclo combinado a gas (con presencia en Baja California, Sinaloa, Durango, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí), nueve son eólicas (en San Luis Potosí, Puebla y Oaxaca), cinco son de cogeneración (en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Querétaro) y tres son fotovoltaicas (Sonora, San Luis Potosí y Puebla).

En conjunto, cuenta en el país con 11,197 megawatts (MW) instalados de generación eléctrica, de los cuales 9,660 son de ciclos combinados a gas natural (86.3% del total), 693 de tecnología eólica (6.3%), 642 de centrales solares (5.7%) y 202 de cogeneración (1.8 por ciento).

De hecho, en términos de capacidad instalada de generación de Iberdrola, México ya no ocupa un quinto lugar (como en ingresos), sino el segundo sitio, al aportar 18.4% de la capacidad total de la empresa, que al cierre del 2022 ascendió a 60,761 MW.

El primer sitio lo ocupa España, con 29,013 MW (47.7% del total). México supera a Estados Unidos, que tiene 9,542 MW (15.7%); Brasil, con 5,100 MW (8.4%); Reino Unido, con 3,008 MW (5%); e IEI, con 2,900 MW (4.8 por ciento)

La empresa refiere que la electricidad producida en México se comercializa bajo tres modalidades de venta: a) a la CFE a través de contratos a largo plazo que retribuyen la capacidad con un pago fijo y cubren el coste variable de producción (combustible, principalmente en las centrales térmicas), b) a terceros en régimen de autoabasto y c) en mercado libre (vendiendo tanto a terceros como directamente en el mercado organizado).

Las ventas a terceros se producen bien con precios con descuento sobre la tarifa oficial publicada por la CFE, bien a precios que reflejan el coste de producción de las centrales térmicas.

Destaca el hecho de que, del total de capacidad instalada de la empresa en el país 7,143 MW (64% del total) están dedicados a la venta a la CFE en contratos de largo plazo.

Cabe recordar que la producción destinada a la CFE se realiza bajo la figura de productor independiente de energía (PIE), surgida en México tras la reforma eléctrica de 1997, que permitió la entrada de capital privado al negocio de generación eléctrica, siempre que fuera vendida casi exclusivamente a la CFE.

Iberdrola calcula que en el 2023 aproximadamente el 85% de la electricidad producida en México se vendería a través de contratos de venta a largo plazo (principalmente a la CFE y en menor medida a otros grandes clientes y socios industriales), a los que se transfiere el riesgo de precio de compra de gas para producir dicha energía.

El resto de la energía (tanto térmica como renovables) se vende a clientes, en régimen de autoabasto o en mercado libre, a un precio que, en gran medida, se encuentra vinculado a las tarifas de suministro básico que publica la CFE.

En México la empresa emplea a 1,305 personas, cifra que representa 3.2% de los 40,721 colaboradores que tiene Iberdrola en todo el mundo.

Segundo en producción

En correlato a la importancia del país en cuanto a capacidad de generación para Iberdrola, México también fue su segunda fuente de producción de energía en el 2022.

El año pasado la empresa produjo en el mundo la friolera de 163,031 gigawatts hora (GWh) (lo que puesto en perspectiva representa alrededor de la mitad del consumo de México en un año).

España fue el primer mercado con 56,698 GWh (34.8% del total), pero estuvo virtualmente empatado con México, en donde generó 55,938 GWh (34.3 por ciento).

Ya de lejos le siguieron Estados Unidos, con 22,711 GWh (13.9%); Brasil, con 14,751 GWh (9%); Reino Unido, con 7,823 GWh (4.8%); e IEI, con 5,111 GWh (3.1 por ciento).

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