Desde el 2012 la participación del producto manufacturado en México se ha incrementado casi ininterrumpidamente y la perspectiva es favorable por las nuevas reglas del T-MEC que exigen un mayor valor de contenido regional en los productos del sector.

México exportó productos automotrices a Estados Unidos por un valor de 149,946 millones de dólares en 2022, lo que implica su más alta participación de mercado.

De esa manera, la cobertura de México pasó de 36.9% en 2021 a 37.7% en 2022 en el total de importaciones automotrices al mercado estadounidense.

De hecho, esta participación se ha incrementado año con año, desde 29.9% en 2012, con excepción de 2019 y 2020, cuando la proporción no varió a tasas interanuales.

De acuerdo con Ford Motor Company, los brotes en determinadas regiones siguen causando interrupciones intermitentes relacionadas con la pandemia de Covid-19 en la cadena de suministro y operaciones de fabricación locales.

También las empresas automotrices siguen enfrentándose a las interrupciones de los proveedores debido a la escasez de mano de obra y otros problemas de producción, además de la continua escasez de semiconductores.

Otros factores también han repercutido en el sector, como la guerra entre Rusia y Ucrania, la volatilidad de los tipos de cambio, la presión sobre los precios en general y los costos en materias primas y energía.

Bajo ese contexto, la competitividad de México en la industria automotriz se ha mantenido, incluso con anuncios que benefician a su perspectiva, como la reciente inversión de BMW por 866 millones de dólares en Nuevo León para producir baterías y automóviles eléctricos y la posibilidad de que Tesla instale una planta de autos en México.

Por segmento, en 2022, las exportaciones mexicanas de automóviles a Estados Unidos fueron las más dinámicas, al crecer a una tasa interanual de 23.3%, a 34,937 millones de dólares, seguidas por las de autopartes con un aumento de 15.2%, a 71,384 millones, y por las de camiones, autobuses y vehículos especiales, con un alza de 13.9%, a 43,625 millones, según datos del Departamento de Comercio.

La finalidad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es reforzar las relaciones económicas entre los signatarios, en particular en el sector de los vehículos automóviles.

En el caso de los vehículos automotores, eleva los requisitos en materia de contenido de valor regional a 75% (frente a 62.5% del TLCAN), impone la producción obligatoria de las partes esenciales en la región y exige a los fabricantes de automóviles comprar al menos 70% del acero y el aluminio en la región, entre otras medidas.

Hay trece fabricantes que se benefician de un régimen de transición alternativo que les permite cumplir gradualmente los criterios en materia de contenido de valor regional en los próximos cinco años.

Tras un periodo de introducción progresiva que finalizará en 2023 para los vehículos y en 2027 para los camiones, sólo las mercancías que cumplan estos requisitos de contenido recibirán acceso libre de aranceles.

Una novedad es que el T-MEC establece un criterio de valor de contenido laboral (VCL) para conferir origen en el sector automotriz.

El 90% de los vehículos producidos en México se exporta, y 76% se destina a Estados Unidos.

Entre los fabricantes de automóviles establecidos en México figuran Audi, Grupo Baic, BMW, Stellantis (formado por FCA y Grupo PSA), Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Jac de Giant Motors, Kia, Mazda,Mercedes Benz, Nissan, Toyota y Volkswagen.

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