Los establecimientos están operando a menos de 50%, debido al alto costo del producto.
El bajo consumo de la tortilla por parte de las familias, en algunos casos por su alto costo mantiene a los negocios operando a menos de 50% de lo que pudieran generar, lo cual es una afectación importante.
Pío Quinto, representante del Consejo Nacional de la Tortilla, mencionó que en Cancún aún sobreviven 400 tortillerías, las cuales cada año sufren por el costo de los insumos y que ha llevado a que el kilo se vende hasta en 26 pesos, lo que está mermando la venta y afecta la producción, que está muy por debajo de lo que pudieran estar elaborando para salir con los gastos.
“Ya no se trabaja en los límites como antes, con máquinas que producían hasta 100 kilos por hora y que estaban trabajando, al menos hasta mediodía. Estas ya no se utilizan y la capacidad de producción ahora sería mayor a la demanda del producto”, explicó.
La mayoría de los establecimientos ya trabajan al 40% o máximo 60% de su capacidad instalada, pero así es como siguen sobreviviendo, para llevar la tortilla a las mesas de los hogares, pues son pocos los que cierran en realidad, ya que traspasan todo y se dedican a otras cosas.
El margen de utilidad cada vez está siendo más afectado para los comercios y ante ello es que aumentan los costos del producto final, lo que golpea el bolsillo de las familias.
“En las tortillerías, el precio se va modificando y esto también es dependiendo de la producción que se tenga, y que ayude a tener ganancias para que puedan cumplir con el resto de las obligaciones que deben de cumplir, aunque el promedio del precio de kilo es de 24 pesos”.
Explicó que al menos este mes no han anunciado que la harina y demás materia prima tenga algún incremento de precio, y esperan hasta febrero para ver si se anuncia un alza, aunque están confiados de que esto no suceda, ya que las familias deben afrontar la cuesta de enero.
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